A un maestro le interesa ver resultados de aquello enseñado. No en el plano egoísta, sino que es la parte final, por así decirlo, del proceso de enseñanza-aprendizaje. Porque pienso que el aprendizaje rompe las fronteras de nuestro presente, el que aprendió algo lo llevará hasta que muera.
Y vienen los exámenes, test, trabajos, ensayos, exposiciones, etc. Cada uno de estos ejemplos sirven para poder observar cuánto ha aprendido el educando, y han sido útiles; sin embargo ya no son los únicos para estas generaciones tan ávidas y perspicaces.
Hoy el chico (a) aprende con ver y el "ojo nunca se cansa de ver ni el oído de oír"; por ello el que enseña debe tener plena confianza que lo que presenta al alumno, definitivamente dejará conocimiento en su pupilo. El pedagogo hoy en día debe ser también proveedor de todo lo que sabe en video o en el aula, en un mensaje, con imágenes, frases, opiniones, anécdotas, experiencias... porque el chico (a) aprenderá.
Así que, ¿se puede evaluar por observación? Sí, sólo que el que ahora tiene que armarse de una herramienta para evaluar es el docente, hacer nuestras rúbricas para no caer en la subjetividad. Puede ocupar un Diario (por ejemplo), en el cual checará si el alumno vio sus recomendaciones, si envió un reporte-comentario, etc. y a partir de ahí, concluyamos muchos aspectos, que cito sin prioridad: ortografía, puntual al entregar, comprensión de lo visto, el uso de dispositivos, mecanismos de entrega, actitud de entrega, y más etcéteras.
Enfatizo la necesidad de rúbricas para que el docente emplee un estándar que le servirá de base, pero en la siguiente hablaremos de rúbricas.
Da click si gustas saber: De Rúbricas
Da click si gustas saber: Beneficios de las rúbricas
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